¿Porqué nos empeñamos en recomendaros comer no más de 3 veces al día mientras tu necesitas comer algo cada 2-3 horas? En consulta podría reconocer a la legua esa mirada de “pues vas fino si pretendes que coma solo 3 veces al día, puedes esperar sentado… ¿quieres que me dé una hipoglucemia?”.
El primer paso es entender que eso no es una necesidad real de tu organismo y que si la tienes, es que algo hay que modificar en tus hábitos para alargar cada vez más ese espacio de tiempo entre comidas y optimizar el funcionamiento y metabolismo energético.
¿Porqué sucede esto? Casi con total seguridad el motivo es la ingesta excesiva de hidratos de carbono en tu alimentación habitual diaria. Cuando en consulta os empiezo a hablar de “azúcares” en seguida llega la réplica de “yo no tomo azucar ni bollería” o “yo no le pongo azucar al café”… pero la cara va cambiando cuando vamos entrando en la conversación y vemos que esos hidratos de carbono también los encontramos en alimentos como las legumbres, los cereales (pan, pasta…), los tubérculos, y las frutas y verduras. Ahí la respuesta ya es “de eso si tomo… y cada día…” para acabar con un “pero eso no son alimentos saludables?”.
Pues justo ahí está el problema… Durante toda nuestra vida se nos había inculcado la necesidad imperiosa de tomar este tipo de alimentos como base de nuestra pirámide alimenticia… pero, ¿qué provoca la ingesta de hidratos de carbono en nuestro organismo?
Vamos a ver… Al ingerir hidratos de carbono (sobretodo de absorción rápida y refinados, pero también los de absorción más lenta), se produce una elevación de la glucosa, que es una de las principales fuentes de energía de nuestro organismo, tampoco nos vayamos a engañar (básica y vital para cerebro y músculo) y que a su vez va a generar una respuesta compensatoria de insulina para controlar ese aumento de glucosa. ¿Resultado? que en aproximadamente unas 2-3 horas esa fuente de energía ha sido compensada por la insulina y nuestro organismo se sume en ese “bajón” de energía (os suena la “morriña”?) y de nuevo busca nuevas fuentes de energía en forma azúcar (porque es lo que le hemos dado y más le mola, claro… por el subidón de glucosa…).En fin, que estamos sumidos en un círculo vicioso de “sube glucosa – sube insulina – baja glucosa (no puedo con mi vida) – busco glucosa para funcionar…” que nos tiene enganchados a comer cada 2-3 horas y me lanzo a la piscina diciendo que lo que buscamos además en esos momentos es la fuente de azúcar más “marrana” que podamos encontrar… y así cada día…
Entonces, ¿como podemos cambiar eso? Pues con algo tan fácil como empezar revirtiendo el ratio entre hidratos de carbono y grasas en nuestra alimentación. Las grasas son otra de las fuentes de energía más preciadas para nuestro cuerpo y si la utilizamos en lugar de la glucosa podemos llegar a convertir a nuestro cuerpo en más eficiente y eficaz en nuestro día a día. Debido a este motivo cada vez notaremos menos esa “necesidad” de comer a todas horas y nos sentiremos más ágiles mentalmente hablando porque nuestra energía se verá optimizada gracias a la estabilización de este mecanismo.
La ingesta de grasas saludables en nuestra alimentación diaria además de aportar energía, genera beneficios a nivel de inflamación y algo muy importante, al no provocar el aumento de insulina ante su ingesta no provocará a largo plazo la resistencia a la insulina que puede aparecer previa a diversas enfermedades metabólicas como la obesidad o la diabetes mellitus. Con esto conseguirás mayor flexibilidad metabólica, educando a tu cuerpo a trabajar con diversas fuentes de energía y enseñándole que si no tiene una de ellas puede buscar la otra para optimizar los recursos de tu motor.
Verás como con un correcto equilibrio entre grasas e hidratos de carbono cada vez alargarás más el tiempo entre ingestas, y si por lo que sea necesitas o te apetece comer algo entre comidas principales puedes optar por esa fuente de grasa saludable (como los frutos secos) que no te produzca el ascenso compensatorio de insulina y provoques a largo plazo alteraciones metabólicas evitables.
Dr. Sergi Godia López / @drsergigodia
Médico de familia / Psiconeuroinmunología clínica