El triptófano es un aminoácido esencial que proviene de la alimentación, aunque la microbiota también puede generarlo (recordad el post de los PSICOBIÓTICOS!). Es el precursor de la serotonina y la melatonina con lo que es básico en la regulación de nuestro estado de ánimo y sueño. En su proceso metabólico se convertirá en serotonina a través de la triptófano deshidrogenasa, o en kinurenina, gracias a la triptofano 2,3-dioxigenasa (TDO) en el hígado y a la indolamina 2,3-dioxigenasa (IDO) , según la ruta utilizada, la serotonin pathway (en un 5%), o la kinurenin pathway (en un 95%). Por esta vía mayoritaria el triptófano se podrá convertir o catabolizar en:
- Ácido Kinurénico
- Ácido Quinolínico, que acabará transformándose en NAD (Vitamina B3 – Niacina) como producto final
Sí, como veis, solo un 5% del triptófano se acaba convirtiendo en serotonina… Y por la otra ruta, el ácido quinolínico es una sustancia citotóxica, fabricada en la microglía, cuyo aumento puede provocar clínica virus-like/astenia/fatiga/agotamiento y mayor activación de la ruta inmune efectora Th1, mayor estrés oxidativo, infecciones de todo tipo, alteraciones a nivel gastrointestinal… También reduce BDNF y aumenta el glutamato, con lo que podremos obtener mayor inflamación, dolor e incluso ansiedad. Vaya desastre…
Pero a pesar de ese aparente “desequilibrio” en la formación de una ruta u otra, es el “equilibrio” perfecto para que nuestro organismo genere los efectos deseados en nuestra salud. En condiciones normales la ruta de la kinurenina ayuda al almacenamiento de glucógeno y producción de NAD para la generación de ATP y energía en el Sistema Nervioso Central. Del mismo modo tiene un papel importante en el metabolismo de la glucosa.
Pero por contra, en situaciones inflamatorias, con aumento de citoquinas inflamatorias (IL6, TNF alfa, IL1…), en periodos de estrés o aumento de cortisol… se activa la IDO a nivel hepático y extrahepático (pulmones, placenta, sangre, cerebro…) y decantará la conversión todavía más hacia kinurenina que hacia serotonina provocando, ahora si un perfecto desequilibrio…
Por lo tanto, si tenemos la kynurenin pathway más activa por esas inflamaciones y por los motivos que se sean, suplementamos con triptófano, estamos fomentando taodavía más esa kynurenin pathway y se convertira en kynurenina y ácido quinolínico. En estos casos los suplementos de triptófano harán sentirse peor al paciente.
Si ponemos algún ejemplo sencillo, cuando alguien tiene un virus es normal que tenga más ácido quinolinico o quinolinato. Tendrás más dolor y más molestia muscular. Si esa persona está tomando triptófano, podeis imaginar lo que puede pasar…
Pero no todo es malo en esta ruta de la kinurenina, puesto que ésta aumenta linfocitos T Reguladores y actividad de los Natual Killers e IL 22 (citoquina Th17 que recupera la barrera intestinal, con lo que mejora esa barrera intestinal). También podemos mejorar la diversidad bacteriana, con lo que es bueno mantener una buena ingesta de triptófano y ayuda en forma de probióticos que ayude a potenciar esta vía como el Bifidobacterium Infantis.
Es importante analizar el ratio Kynurenina/Triptofano en analítica para poder valorar el estado de equilibio de ambas rutas, así como también es importante saber que con un IMC por encima de 25, hay más posibilidad de tener una activación excesiva de la kynurenin pathway. Así que piensa un poco… ¿estás inflamad@? Cuidado con la toma de triptófano…
Dr. Sergi Godia López
Médico de familia y Psiconeuroinmunólogo Clínico
@drsergigodia / @pnimediclleida